Saber cómo correr evita lesiones y mejora tu rendimiento
Correr es tan fácil como poner un pie delante del otro y repetir, pero existe una forma correcta para correr.
En la fotografía, que aparece más adelante, puedes ver la postura biomecánica correcta que reduce el impacto en las articulaciones y hace que proyectes el máximo de energía en cada paso. Es conveniente hacerse una evaluación en una tienda especializada en running para comprar las zapatillas más adecuadas para corregir debidamente el movimiento de los pies y los tobillos al correr, pero además de los pies hay algunos otros factores igualmente importantes y que debes tener en cuenta.
Si corres con una postura incorrecta puedes lesionarte y te costará relajarte y sentirte natural. Correr debe ser lo más agradable y sencillo posible para que te apetezca darle continuidad. Estudia la figura de la siguiente página y recuerda la postura cuando salgas a correr. Asegúrate de que los hombros estén bajos y ligeramente hacia atrás para que no te encorves. La espalda debe estar recta y los músculos del estómago contraídos para contribuir al equilibrio; los puños cerrados pero muy suaves para que esté relajado y los brazos deben moverse hacia atrás y adelante en 90 grados para ayudarte a moverte hacia adelante.
Al correr, fíjate en lo que hace tu cuerpo y en cómo te sientes. Si notas algo incómodo intenta cambiar a una postura más neutra. Cuando te hayas acostumbrado a correr bien lo harás de manera inconsciente. Revisa tu postura a mitad de la carrera para controlar que sea correcta.
"Mantener tu centro (estómago, parte baja de la espalda, glúteos y cadera) lo más fuerte posible te ayudará a correr mejor. Mejorará el movimiento de tu cuerpo y garante David garantizará que todo se mueva con estabilidad biomecánica."
Fortalece tu centro
Tres ejercicios de fuerza que todo corredor debería dominar

1. Puente. El yoga suele reforzar el centro y está recomendado para corredores. Algunas posturas, como el puente, fortalecen el abdomen y la espalda y reducen el riesgo de que te duela la parte baja de la espalda al correr.

2. Plancha. Mantenerte en plancha un minuto te dará muy buenos resultados, pero la clave para esta postura es que tu cuerpo esté recto, que no sobresalga ni se caiga la cadera.
3. Abdominales. Hacer abdominales sentado en una pelota te obliga a mantener el centro fuerte, mejora el equilibrio y tonifica el abdomen y la parte baja de la espalda.
Cabeza recta. Mira hacia delante al correr e intenta no bajar la vista hacia los pies porque esto estropea la postura. Mientras estés manteniendo la vista nato, la cabeza, la columna y el cuello estarán alineados.
Hombros. Corre relajado, mantén los hombros abajo y sueltos. Notarás que a medida que te canses tenderás a subir los hombros. Saco de los para relajarlos y vuelve a bajarlos. Intenta mantenerlos en su sitio, que no se balancean demasiado.
Brazos. Cuando estás corriendo, tienes que mover los brazos para propulsarte aprovechando el movimiento lineal para así ir más rápido . los brazos de venir al mismo ritmo que las piernas y estar manteniendo un ángulo de 90 grados. No los pegues al tronco, asegúrate de permitir que se muevan hacia delante y atrás cerca del cuerpo.

Manos. Nunca corras con los puños apretados, mantén las manos controladas pero relajadas. Cuando te canses, recuerda relajar los hombros y las manos.
Tronco. Debes mantenerte erguido en todo momento. De manera natural te inclinarás ligeramente hacia delante, pero mantén los hombros hacia atrás y relajados. Mantener el pecho abierto permite que los pulmones trabajen con su máxima capacidad.
Caderas. Si mantienes los hombros relajados y la cabeza recta tu cadera seguirá la línea. Si te inclinas demasiado hacia delante la cadera se desalinear y te dolerá no sólo la cadera, si no también la parte baja de la espalda y las ingles. Mantén ambos lados de la cadera al mismo nivel, si caen demasiado provocarás un estrés innecesario en la espalda, las piernas y el tronco.
Piernas y paso. Por instinto a largas el paso y subirás más la rodillas para correr más rápido. Los corredores de largas distancias mantienen la rodillas bajas y dan pasos más cortos para ahorrar energía, pero aumentan el giro del pie. La longitud correcta de los pasos varía en cada uno, pero tus pies deben caer justo debajo de ti y la rodillas permanecer ligeramente dobladas en el impacto. Si el pie va mucho más allá de tu cuerpo, tus pasos son demasiado largos.
Tobillos. El movimiento de los tobillos debe ser suave. Cuando cae el pie se doblan hacia adentro para propulsarte hacia delante. Si tienes los tobillos rígidos puede ser por culpa de los gemelos, estira los para solucionar el problema.
Pies. Debes intentar aterrizar entre el talón y la parte media, levantando el pie cuando gira hacia delante. Este movimiento giratorio te proporcionará más movimiento lineal y más empuje. No apoyes los pies en plano, si te ocurre tal vez es porque no estás llevando las zapatillas adecuadas o porque tienes que realizar ligeras modificaciones en tu forma de apoyar los pies.
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