Éstos son algunos de los mejores consejos para encajar el running en tu vida. Cuando empiezas con un nuevo hobby tienes que encontrar el tiempo para hacerlo y solemos llevar vidas muy ocupadas. Si llegas al punto en el
que te cuesta sacar tiempo empezarás a saltarte entrenamientos y puede que termines por abandonar.
Puede que en tu vida ya hagas auténticos malabares para encajar todo lo que tienes que hacer, pero intenta que el running no se convierta en una obligación o en algo que tienes que hacer. Si lo incorporas de manera inteligente será un momento de relajación y un tiempo de paz a solas o con un grupo de gente a la que también le guste correr.
Cuándo correr
Puede que para ti el running sea una forma de perder peso, pero también es genial para liberar el estrés. Para que las sesiones de running no te estropeen los puntos altos de endorfina, intenta hacerlas por la mañana temprano antes de ir a trabajar o a última hora. Éstos son los momentos en los que es más fácil salir a correr. Pero si te resulta complicado, hay otras formas de abrirle espacio al running en tu rutina diaria.
Si puedes ducharte en el trabajo podrías ir corriendo o correr en la hora de comida. También puedes volver a casa corriendo, para lo que sólo tendrás que comprarte una riñonera o una mochila cómoda en la que puedes llevar tus cosas. Otra opción es dejar de lado el coche. Puedes llevar a los niños al colegio andando y volver a casa corriendo.
Las posibilidades son infinitas, solo tienes que hacer pequeños cambios en tu agenda para quitarte de encima a las prisas y sacar una hora al día para correr. Para un desplazamiento de menos de 1 km elige las zapatillas en vez del coche. A lo largo del año ahorrarás en gasolina y habrás hecho muchos mini entrenamientos de 10 minutos. Otra idea es repartir tu entrenamiento diario en pequeñas sesiones a lo largo del día, algo que es igual de efectivo que si corrieras 30 minutos seguidos cuando empiezas. Cuando se te vaya dando mejor el running, parte de las sesiones largas en dos de media hora; una por la mañana y otra por la noche, por ejemplo.
Lo mejor de correr en su versatilidad; puedes correr en cualquier lugar, a cualquier hora, siempre que lleves la ropa adecuada y mantengas la hidratación. Para correr por las mañanas sólo tendrás que levantarte media hora antes. Si te levantas temprano te sentirás preparado para afrontar el día y tendrás la satisfacción de haber
hecho ejercicio. También evitarás estar cansado después del trabajo y usarlo como excusa para irte a casa en vez de el gimnasio.
Dónde correr
Si no te atrae la idea de correr por la ciudad únete a algún club de running, hay incluso algunos para mamás con carritos de bebés, así conocerás gente nueva y descubrirás nuevas rutas. Aunque muchos clubes corren el exterior, otros tienen sus propias pistas para entrenar.
Correr en una pista es perfecto para un principiante porque te permite saber exactamente la distancia recorrida y puedes observar tus progresos. La gente de los clubes suele correr por las noches, una forma ideal para cerrar el día y ofrecerte un poco de tiempo de calidad para ti mismo.
Si te intimida la idea de correr con amigos o en un club al empezar, apúntate a un gimnasio y empieza con clases de spinning o de yoga para estirar los músculos, luego entrénate en las máquinas de correr. Las máquinas son menos agresivas para clase articulaciones y ¡no tendrás la excusa de que hace mal tiempo! También son una opción excelente para variar tu entrenamiento. Intenta correr por lo menos con 1,5 grados de inclinación para que sea como si corrieras al aire libre.
Encajar el running en tu vida es el mayor reto al empezar. Pero una vez hayas encontrado el momento, sólo tendrás que decidir dónde quieres correr y empezará la diversión. Puedes buscar distintas rutas con longitudes y dificultades distintas cerca de tu casa, así no te aburrirás. Puedes hacer una sesión de 30 minutos corriendo del trabajo a casa en el asfalto terminando en una pendiente o puedes hacer una sesión de 20 minutos en terreno natural por un parque, también puedes hacer una ruta de 11 km que incluya graba, asfalto y arena. Si encuentras distintas rutas podrás elegir en función de lo que te apetezca cada día o del tiempo del que dispongas.
Sé constante
Recuerda que debes pasarlo bien y que el running debe ser una actividad que disfrutes. Ya sea que lo tomes como un deporte social o como tu forma de volver del trabajo, cuando hayas conseguido crearte una rutina se constante con ella. Lo primero es cambiar la actitud; no hace falta ir en coche a todas partes, puedes ir corriendo a las tiendas y volver andando o comprarte una bici, que te servirá de entrenamiento para los días que no corras.
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